lunes, 5 de octubre de 2009

2 de Octubre

Dos de octubre no se olvida. Así suena la consigna, así se escuchan las voces de los que milagrosamente sobrevivieron, o de los familiares que aún siguen ignorantes de lo que es la justicia.

Dos de octubre no se olvida. Gritan las voces lejanas en el país sin memoria, en el país donde ya se olvidaron las promesas de campaña que ofrecían bajar impuestos y generar empleos.

Dos de octubre no se olvida. Repiten insultantes quienes parecen solamente replicar una campaña publicitaria o un mal comercial de televisión.

Dos de octubre de 1968. Una fecha muy lejana, una fecha en la que, una vez más, el estado mexicano cubrió sus armas de gloria asesinando estudiantes y gente inocente. Otro día glorioso para los legisladores de este país que declaran inocentes a los culpables intelectuales (conocidos por todos) y materiales de tan trágico crímen contra la humanidad. Presumiendo de esta forma la impunidad a los más altos niveles de cinismo.

Dos de octubre de 1968. Cuando contar cadáveres no causaba impuestos, pero sí refozaba el pago de la tenencia vehicular, día en que se declararon inauguradas las confrontaciones olimpicas.

Dos de octubre no se olvida. Otro grito perdido en el miedo, egoismo y hasta indiferencia de un pueblo mexicano que mira a su pais derrumbarse y no atina a más que solo gritar gol o padre nuestro...


Dos de octubre no se olvida. ¿A caso ya se nos olvidó, México?


P.D.
No, Mandibulín, la noche de tlatelolco no ocurrió, porque los miles de jovenes estaban lejos del tal dios, nadie se merece ser acribillado de esa forma por exigir libertad.

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