jueves, 15 de julio de 2010

Hambre de gol

Ayer intentaba escribir mi crítica al pésimo mundial de fútbol que acaba de terminar, sin embargo me perdí en alusiones técnicas. En fin en resumen quería recordar lo absurdo que se ha vuelto ese juego, porque alguien decidió que ganar tenía mayor relevancia que hacer un bonito charrito o un sombrerito.

Ganar en la vida, es muchas veces un accidente, una consecuencia generalmente y otras un error. El fútbol es vivir, hoy casi todos viven para ganar. Puede ser dinero, poder, prestigio u otras delicias de este mundo actual, eso nos lleva a tener el mundo que tenemos.

Vivir es jugar fútbol, en el fútbol hay que disfrutar 90 minutos y los tiempos extras si es que llegan, en ese tiempo puedes meter muchos goles o recibir varios, pero el juego dura 90 minutos. Y ganas mientras estas en el campo, muchas veces quieres que dure un poco más, por el placer de jugar. Sólo aquel que esta afuera pone más atención a los goles que a las jugadas. Sí los goles anotados fueran la base del fútbol, nadie querría jugar de portero, pero muchos quieren ser porteros, para poder volar en alguna jugada, no importa si es gol o no. Que te vea tu novia volando de poste a poste no tiene igual. Si paras el gol, eres el héroe y tu novia te va a dar un festejo fabuloso y si entra, ella va a estar lista para consolarte como nunca. El que no juega, o quien esta en el campo pero sabe que no se pudo divertir, es el que se preocupa por el resultado. Vivir, jugar fútbol, es igual, quien no sabe hacerlo quiere ganar, el que sabe vivir o jugar, simplemente se muere por patear el balón. Y con saber jugar no me refiero a la parte técnica y táctica, vivir es divertirse, dejarlo todo en el campo intentar los taconazos, los pases filtrados o llevarse a 5, hay partidos en los que no te sale ninguno, pero no paras de intentarlos.

En el campo nunca estas solo, a lo mas te aíslas un poco para dar oportunidad a que tus compañeros tengan a quien darle un pase. Jugando fútbol aprendes a hacer algo por los demás, nunca puedes ganar un partido tu solo. El mejor jugador de fútbol es el que hace que sus compañeros jueguen mas. El mejor jugador es el que busca el mismo beneficio para sus vecinos o conciudadanos, hasta los que están en la banca o los que no conoce.

Otra vez, sólo el que no juega o no puede hacerlo, quiere ganar antes que nada. Quiere ganar para si mismo, quiere alzar el trofeo y meter todos los goles, hay que ser cobarde para vivir pensando en ganar.

Eso es vivir hoy en día, a nadie le importa más allá de lo aparente, que exista gente muriendo de hambre cada día no importa. Eso es jugar fútbol hoy en día, correr y correr para no perder a nadie le importa divertirse en el campo.

El mundo de hoy se rige por quien tiene más miedo, y él se vuelve exitoso y nos lo presentan como ejemplo a seguir y lo admiramos. Jugamos en la cobardía y en el egoísmo. Eso no es fútbol, no es vivir.

Dice mi amiga Alejandrina “ganar a toda costa es miedo a no saber vivir..." (Un saludo CLALEHE)

Y hoy en la mañana me lo recordaron del modo más crudo y directo. Mientras me decidía a meterme a bañar (decisión difícil por cierto), veía el noticiero de Carmen Aristegui, cuando realizó una llamada para uno de los compañeros del SME en huelga de hambre.

Con 81 días sin comer, el Ingeniero Cayetano Cabrera Esteba, recordó que su lucha es por los 44000 sindicalizados despedidos injustamente por un poco de fibra óptica para los cuates de FECAL.

Previamente el javier lozasno le ofreció empleo para el y su familia. No lo recuerdo textualmente, pero el ingeniero dijo que seguramente muchos hubieran aceptado la oferta para salvar a su familia, pero esa es la causa de que México se encuentre en la lamentable situación en la que está. Sí en México jugamos fútbol para ganar.

Recuerdo a mis amigos quejarse por el impuesto a los dispositivos electrónicos de almacenamiento, quejarse de la tenencia y el alza a la gasolina. Cosas que les afectan directamente. Pero igual los escuché agradecer que desaparecieran luz y fuerza, o a muchos más les he escuchado decirme “la política no me importa porque prefiero trabajar y obtener más ganancias”.

No puedo olvidar a todos los que a voz alzada decían que por ser miembros de la APPO eramos unos flojos que no nos poníamos a trabajar y por nuestra culpa ellos perdían sus ganancias.

Sí jugar fútbol es vivir. Y en este país jamás vamos a ser campeones del mundo, porque no sabemos dar pases, queremos meter goles y que nos aplaudan.

Sí vivir es jugar fútbol. Y a los mejores jugadores los dejamos morir de hambre porque no somos del mismo sindicato y a nosotros no nos dan los mismo días de vacaciones que a ellos.

Decía Aristegui “¿pero se quiere usted morir?”
“No, no me quiero morir, pero no voy a claudicar hasta que nos regresen nuestro empleo a los 44,000 ó hasta donde aguante”.

Esas son las palabras de un ganador, de alguien que no tiene miedo a perder por muchos goles o a morir, por seguir sus convicciones, por obtener lo olvidado, la justicia.

Vivimos en un país donde todo se escribe en primera persona, donde a cada día nos dicen que haciendo nuestro trabajo todo va a estar mejor, pero nada ha mejorado en muchos años, ¿tan difícil es darse cuenta que si seguimos haciendo únicamente nuestra parte nos estamos condenando a seguir más y más jodidos cada día?

Que ridículo me veo escribiendo estas líneas sin sentido. Que ridículo me veo sentado frente a una computadora, con las mano sobre el teclado con miedo a vivir, sin saber jugar fútbol.

Y tú mi querido lector, ¿Te sientes ridículo como yo o estas pensando en los pesos que ganaste?

Al ingeniero Cayetano, mi admiración y mis disculpas por no entender su ejemplo.