domingo, 9 de marzo de 2014

Otro día internacional de la mujer.

Aunque se las razones, no deja de sorprenderme como es posible que muchas mujeres en el día de hoy, esperan una felicitación o algún regalo.

Ser mujer en un mundo como este en el que vivimos, es casi una ofensa.

Voy al lugar sencillo:

1º TIMOTEO 2:11-15

2:11 La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción.
2:12 Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.
2:13 Porque Adán fue formado primero, después Eva;
2:14 y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en trasgresión.

Y como esas claras manifestaciones de igualdad hay muchísimas en la biblia.

Pero claro ese dios (el de la biblia) no es el único misógino. En la antigua Grecia, tan apreciada por su pensamiento, también les tundían sabroso, si se me permite la expresión.

“La hembra es hembra en virtud de cierta falta de cualidades”. Aristoteles.

"Existe un principio bueno que creó el orden, la luz y el hombre, y un principio malo que creó el caos, la oscuridad y la mujer". Pitágoras.

Unos “siglitos” después, la cosa no cambiaba mucho.

“la mujer es un hombre fallido, un ser ocasional”. Santo Tomás de Aquino.

Y la lista es mucho muy extensa, no niego que al leer algunas de estas citas, me gana la risa, porque me parecen ridículas, sin embargo, lo que deberían causar es tristeza, porque esa es la historia sobre la cual como sociedad hemos crecido.

Por ejemplo:

“la vida de toda mujer, a pesar de lo que ella diga, no es más que un continuo deseo de encontrar a quien someterse”. Dostoievski.

(Y miren que yo disfruto cuando leo al ruso).

Y claro, las violaciones, los matrimonios forzados, los siglos sin poder votar, las diferencias de salarios aun con el mismo trabajo que un hombre, las miradas que molestan, las manos irrespetuosas (en el camión por ejemplo) o las manos demasiado respetuosas, la violencia en todas sus formas, las leyes anti aborto, la pornografía, y un largo etcétera.

Como olvidar el cuento aquel donde el príncipe organiza una feria ganadera para elegir a la vaca ganadora, y claro gana la que pierde la zapatilla al salir corriendo, porque su magia solo era temporal. A fin de cuentas, solo era una vaca de mamas grandes, perdón, una cenicienta con hada madrina.

Por supuesto, la forma mas moderna y efectiva es la televisión o mas bien, la mercadotecnia del cuerpo de la mujer. Como dije al principio, la rosa y la cena especial para “celebrar” a la mujer en su día (el hombre sólo acaricia al caballo, porque lo quiere montar, Se lo escuche a Facundo Cabral).

Justo en este momento me vino a la mente mi frase misógina favorita

“Mama me lavas la ropa?”. Yo, cada que regreso de algún viaje a mi casa.

También esta la constante mentira de los roles esclavizantes, la mentira del abnegado amor de madre, que nos permite juzgar “moralmente” a las mujeres por una mera conveniencia evolutiva.

En 1908 un 8 de marzo, 129 trabajadoras murieron quemadas en un incendio en la fábrica Cotton Textile Factory, en Washington Square, Nueva York. Los dueños de la fábrica habían encerrado a las trabajadoras para forzarlas a permanecer en el trabajo y no unirse a la huelga que exigía mejores salarios, jornadas laborales mas cortas, capacitación y un rechazo al trabajo infantil.

En el día internacional de la mujer las únicas flores que valen la pena son las que se lleven a las tumbas de esas mujeres borradas durante su vida y prostituidas después de su muerte. Aunque supongo que si me vieran llegar con flores a su huelga, me corrían a palos.

El 8 de marzo, tendrían que unirse todas a esa gran huelga, para cambiar al mundo como solo las mujeres pueden hacerlo. Y claro recuerden, como dicen todos los proxenetas de televisión, todos los días son 8 de marzo.


Ya casi me iba, pero tengo un final alternativo (Ya ven que esta de moda en las películas).

Las mujeres han demostrado su grandeza, al exigir la igualdad con los hombres ( conscientes que no es gran cosa).

Pero claro, también hay las que aspiran a volverse machos con “chiches”!!

“Me estas oyendo inútil...”

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