Feliz año nuevo me dijo, mientras con una sonrisa pasaba junto a nosotros, cada uno empujaba lo que le correspondía (aparentemente).
Feliz año nuevo, supongo que es la frase automática en estos días, se escucha tantas veces, se repite tantas veces que uno termina por automatizarla, claro que se sonríe, se trata de mirar a los ojos del interlocutor y la mente te lleva a pensar en lo que esperas cambiar o conseguir en el año nuevo. Y supongo que interiormente se ofrece un “sea lo que sea que hagas o quieras espero que te salga bien”.
No se si así funcionen todos pero al menos ahora que lo pienso así parece que funciono yo. Ya sabemos que la gente me cae mal pero estoy seguro que cuando le deseo un feliz año en respuesta a alguien, al menos no le estoy deseando ningún mal. Ahora además lo hago en dos idiomas, pues en este momento también tengo que decir “happy new year”.
Imagino entonces que todos de cierta forma nos preciamos de ese “sea lo que sea que hagas o quieras espero que te salga bien”, y de nuestra sonrisa.
Como mencione lineas atrás, busque su mirada, vi su sonrisa, había brillo y buenos deseos en ambas, al ver su edad y que ambos empujábamos algo yo me esforcé por poner sinceridad en mi sonrisa y en mi expresión, y honestamente pensé, espero que el próximo año lo que empujamos sea mas ligero y me reí de mi buen chiste.
Fue cuando sus ojos pasaron a mi carga y sonrío aun mas. Yo empujaba la carriola con un enano adentro, ella sonrío aun mas, creo que cuando mas crece la gente mas disfruta de los niños (al menos de verlos de lejos), eso me hizo sonreír mas, pues habíamos logrado sacarle una buena sonrisa a esta agradable desconocida.
Quien me ha leído ya se ha dado cuenta que a ratos yo no soy yo, sino mi otro yo, y eso me paso en esa tarde, pero después de mi amplia sonrisa, yo volví a ser yo, mire su carga para ver si tenia que cortésmente volver a sonreirle. No había necesidad. Pensé en que el enano empujado iba bien abrigado, ella bien podría soportar un buen abrigo extra, unos zapatos mas cómodos y una bufanda nueva. Encontré mal gusto en mi chiste pues yo se que el enano un año después pesa mas, pero no estoy seguro si su carrito del súper cargado de un poco de todo y lleno de un mucho de nada en ese momento pesaba lo suficiente para cumplir su evidente labor de fuente de sustento y menos si era deseable que pesara menos.
Feliz año nuevo, mientras el viento corría bastante frío para un enano en carriola y mas para una viejita empujando un carrito de súper que hacia las veces de futuro promisorio. Sonreía y había calidez y esperanza en su mirada en su sonrisa, cuando uno de mis otros yo's es yo no siempre se puede saber que hay en su mirada pero quiero pensar que también devolví algo de eso en la sonrisa. No supe devolver vergüenza por el mundo en que vivimos, no pude devolver el coraje y la rabia que se merece una sociedad tan ridícula como la nuestra.
Yo regrese con mi bolsa de pollo descompuesto, me detuve en un parque para jugar con el enano y un perro que conocimos ese día, y para empezar a escribir esto. Hoy a un año de distancia aun no termino de escribirle y todavía sigo sin saber que clase de humanidad somos donde desearle a alguien que el próximo año recoja mas basura para que le vaya mejor sea la respuesta automática a unos buenos deseos.
A un año de distancia sigo preguntando si no merecemos un cambio en la forma de vida que tenemos, sigo convencido que somos una sociedad de cuarta, un país de quinta, una especie de sexta y que cada día somos peores.
Un año después supongo que aun debo seguir respondiendo feliz año nuevo!!!
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