miércoles, 26 de noviembre de 2008

25 de noviembre

25 de noviembre de 2006

Podría iniciar contándoles como viví yo ese día tan oscuro para el valiente pueblo de Oaxaca. Pero en realidad no es nada de lo que me pueda enorgullecer. Bastará con decir, que ese día yo no pude seguir la marcha con mi familia, por cuestiones personales. Era la primera marcha a la que iba con toda la familia, mi mamá, mi papá, mi tía, etc... Y mi primo. En fin yo solo llegué hasta la calle de símbolos patrios y me retiré.

Las circunstancias, la vida, Dios o como gusten llamarle, me hizo conocer muchas historias de lo que sucedió ese día negro. Muchos testimonios llenos de confusión, llenos de dolor, de rabia, de impotencia. También podría ponerlos aquí, pero son momentos tan personales que yo no tengo ningún derecho a contarlos jamás. Son momentos que solo aquellos que los vivieron, pueden repetirlos.

Podría también hacer un relato mas o menos detallado de que es lo que pasó ese día que se convirtió en la noche para las familias oaxaqueñas, que se volvió también desgraciadamente la noche para el movimiento social de los oaxaqueños, la noche de la APPO. Ya se que no soy una voz muy autorizada para decir eso último, porque hace mas de un año que estoy fuera de Oaxaca, pero solo es una opinión.

Pero hoy que se cumplen dos años de la muestra más evidente del desprecio que siente todo el sistema, hacia la honestidad, la búsqueda de la verdad, hacia la vida de todos aquellos que no somos parte del grupo en el poder. Del desprecio de los poderosos, de los ricos, por nosotros, los pobres, los jodidos. Puedo asegurar el 25 de noviembre de 2006 no fue un ataque de la policía, fueron los poderosos declarando que nos odian.

Hoy se cumplen dos años de esa noche donde por teléfono, mi padre me avisó ¡Detuvieron a tu primo! Esa terrible noticia se escuchó en mas de 140 hogares oaxaqueños. La verdad es que hubiese sido un día feliz, si esa noticia se hubiese escuchado en todos esos hogares, la cruel realidad es que solo muy pocos logramos tener esa noticia, la mayoría, simplemente no vio regresar a su familia.

El 25 de Noviembre de 2006. La vida de muchos llegó a su fin. Pero todos renacimos para luchar por una verdadera vida, para luchar por la revolución.

Hoy a dos años, no podemos olvidar jamás todo el dolor que trajo ese día, y mucho menos el dolor que vinieron a los meses siguientes.

Aun me estremezco al recordar, las palabras de dolor, las voces que se quiebran, las miradas luchando para no romper en llanto. Aun recuerdo los rostros de los familiares que desesperados luchaban por aferrarse a la esperanza que podían darnos los abogados que nos ayudaban.

Éramos cientos, no cabíamos en ningún lugar, tampoco teníamos muchos lugares para reunirnos, pues el miedo se olía en toda la ciudad, buscábamos fuerza, pero la verdad es que ya no había ese músculo en la APPO (y creo que lo entiendo, aunque en ese momento esperábamos que fuera diferente).

Éramos cientos, muchas voces, muchos ojos vidriosos, muchos corazones y uno solo a la vez, era esa ansiedad por recibir noticias de nuestros abogados (esos grandes héroes que nos ayudaron), éramos el COFADAPPO, familiares descorazonados, personas, que buscaban esperanza en cualquier rincón. "Hoy no es el día para llorar, hoy es el día para luchar, cuando abracemos a nuestros familiares, entonces podremos llorar". Le dije a alguien que sentía que se vencía.

Hace dos años que los familiares sentíamos que nos arrancaban el alma a jirones, que nos quedábamos solos. Recuerdo como hacíamos cuentas, para viajar a Nayarit. "Ahí le encargo noticias de mi primo" le pedí a uno de los valientes viajeros.

"Ven que lean la manta" me dijo mi papá al pararnos frente a la PFP apostada en el zócalo. Me enseño a tener valor. Y todos y cada uno de los miembros del COFADAPPO me enseñaron, tantas cosas, que no podría terminar de listarlas.

Que extraño sentimiento, al ver llegar a los primeros compañeros libres, esa alegría, ese orgullo con que sus familiares los abrazaban, la felicidad que todos sentimos, y al mismo tiempo, el corazón roto, por no ver a nuestro familiar. El tirano jugaba bien su juego, sabia como destrozar lentamente el alma de las personas.

Siguieron meses de tanto dolor, tanta desesperación, luchábamos por seguir adelante, por lograr la libertad de todos y cada uno de nuestros compañeros. Tuvimos diferentes opiniones, diferentes formas de ver la lucha. Aun recuerdo como si fuesen ayer tantas cosas, tantas anécdotas, que solo me queda hacer un paréntesis, y agradecer a las personas que confiaron en que yo pudiera coordinar el trabajo que intentábamos hacer como COFADAPPO.

Hoy se cumplen dos años, me quedan tantos pequeños recuerdos, tantas grandes lecciones, me queda el corazón henchido de haber visto salir hasta el último de esos valientes hermanos oaxaqueños que tanto admiro.

Hoy se cumplen dos años. Hoy debemos recordar todos los abusos que cometieron en nuestra contra, las fianzas millonarias que insultaron una vez mas a nuestro pueblo. Debemos recordar las patrullas que rodeaban nuestros hogares, las escopetas que nos obligaron a levantar los plantones frente al penal. Debemos recordar las madres que lloraban por no encontrar a sus hijos, los pequeños que lloraban por no ver a sus padres. Debemos recordar la lucha del COFADAPPO.

Hoy se cumplen dos años, desde tan trágica noche para nuestro pueblo, hoy sabiendo que estoy tan lejos de mis hermanos que amo tanto, solo puedo repetirles "Hoy no es el día para llorar, hoy es el día para luchar, cuando abracemos nuestra libertad, entonces podremos llorar".

domingo, 16 de noviembre de 2008

Crónica de una muerte anunciada

Hoy escuche la historia de "una muerte anunciada" en realidad es la crónica de una vida desperdiciada. Claro que siempre llega un punto en nuestra vida que tenemos que tomar conciencia de nuestros actos, pero casi nadie lo hace, simplemente somos invariablemente el resultado de lo que nos enseñaron en la infancia (espero yo haber podido cambiar algunas cosas de mi educación y ser mas yo que los defectos de mis padres). Se pueden cumplir 100 años y si en su momento no cambiamos nuestra vida, solo seremos la continuación de la misma miseria y desgracia.

Escuche la historia que ya he escuchado muchas veces antes, la historia de como los padres echamos a perder la vida de nuestros hijos (Discúlpame princesa), esa historia donde los padres reflejan su irresponsabilidad contra sus hijos o nietos o sobrinos o cualquiera que este a nuestro alcance.

Mas de una vez me han dicho que yo jamas he sufrido realmente en mi vida, y creo que tienen razón, puedo presumir que tengo buenos padres, me heredaron muchos vicios y defectos, pero a cierta edad aprendieron a tenerme miedo y me dejaron modificar mis fobias y mis filias a mi antojo (Una vez mas tengo que pedir una disculpa a mi hija y a mis sobrinos). De alguna forma siempre he sido muy afortunado, cuando pasamos hambre yo nunca la sufrí, no la recuerdo, siempre he logrado hacer muchas cosas que me propongo. Claro que también he sido perdedor en muchas cosas, por ejemplo el fútbol, jamas tuve el valor suficiente para ser tan buen jugador como debía, entre otras muchas cosas.

Ese hecho de que tal vez nunca he sufrido realmente me hace ver la vida como la veo, pero jamas voy a poder entender a los padres que ven en el sufrimiento un monstruo, los padres que quieren que sus hijos no sufran, los padres que quieren que sus hijos pasen siempre por encima de los demás, eso construye seres falsos, seres inhumanos, seres engañados. Pero sobre todo construye seres cobardes (Una disculpa también para esos niños que por su inocencia han creído en mi).

Un cobarde con miedo, es lo mas peligroso que puede haber, porque el miedo no los deja pensar, un cobarde con miedo es capaz de las bajezas mas viles.

Nada me hace sentirme más orgulloso de mi hija o de mis sobrinos, que verlos levantarse, que verlos aprender algo nuevo y difícil para ellos, eso me llena de orgullo, eso hace que se me hinche el pecho y me sienta feliz. Solo que hay una condición inamovible, para que ellos logren ese éxito, y eso es que se caigan, que sufran, que sientan que no pueden. Sin eso, jamas se levantarían, sin eso jamas triunfarían. Si mi hija no pierde, jamas sabría lo que es ganar, y por supuesto yo lo único que quiero es que ella sea una ganadora. Regalarle un coche la haría feliz, ayudarle a a completar una pequeña parte para comprar su coche nos haría felices a los dos. Creo que es evidente entonces que la única forma de ayudarle es dejarla que sufra lo suficiente, dejarla que pierda muchas veces, negarle muchas cosas solo por la necesidad de que ella aprenda a ser humana a ser sensible.

Muchos me han dicho que no tengo madre por pensar de esa forma, que dan gracias al cielo por que yo no tengo que ver con la educación de sus hijos, puede que tengan razón, puede que yo solo este tratando de sacar mis frustraciones de esa manera, pero después de escuchar como poco a poco los padres van convirtiendo a su hijo en delincuente, en macho misógino, de verdad me siento convencido que le hago un bien a mi hija y a mis sobrinos y a los pocos niños que pasan un tiempo conmigo.

Vivimos en esta sociedad tan degradada, que no tenemos tiempo de ver las cosas importantes, vivimos tan absortos dentro de los medios masivos de comunicación que no nos damos un tiempo para usar nuestra propia inteligencia, para dudar o cuestionar nuestra forma de vida, los que tienen algo, solo alcanzan a ver sus propiedades, los que no tienen, solo alcanzan a ver como poder tener algo.

Pero todos o casi todos nos olvidamos de que nuestros hijos necesitan aprender a vivir, no solo crecer en una burbuja tan delgada que termina reventándose en el altísimo índice de suicidios juveniles que tenemos hoy en día.

Para mi resulta evidente que este mundo esta mal y que las cosas que se han hecho hasta el día de hoy son las que han provocado esa maldad en el mundo, la solución es mucho más obvia entonces, no repitamos lo que nos han enseñado, cambiemos en algo la forma en que nos hemos comportado.

Yo me pregunto ¿como hemos logrado llegar a este tipo de sociedad?, ¿Cuando vamos a analizar todos de forma crítica la forma de vida que llevamos?

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Ex secretario

¿Por que no le escribó una entrada a los caidos del avión?

Porque la insignificancia de Mouriño es tanta que contagió a todos los que tuvieron la desgracia de morir con el.

¿Para que pierdo mi tiempo en tonterias?

Lo que si vale la pena es algo sobre el nuevo secretario de gobernación, prometo pronto una entrada para eso, digo para ese Gomon.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Calavera

Un intento de calavera. Que malo soy para hacer rimas y escribir con algo de gracia.


Ahí va la calaca recorriendo con azoro.
El país que al narco gana guerras.
El que guarda en fondo del mar su tesoro.
El del que tiene las manos limpias

La triste muerte se encuentra sorprendida,
pues la atropella tanto muerto en vida.
Con políticos tan reformistas,
que creyó ver a Fidel y sus CTMistas

Paciente como ninguna la calaca.
De las noticias se entera, la vieja lectora
pues encontró una manta que la realidad explica.
Esa que con balitas y billetes la prensa ignora.

Decepcionada esta la parca, pues el país aquel
puro cuento resulto, lleno de tanto animal
desde Carstens austero como solo el
pasando por el congreso, hasta el espurio Fecal

Cansada de la falsedad la negra calaca en el IFE busca
sorpresa se lleva la flaca, pues un amparo se encuentra
el IFAI le dice que tiene atadas las manos y cerrada de boca
con el TRIFE ni se acerca, pues ni un signo de dignidad muestra

La hora les ha llegado por fin la muerte grita
conocerán, los sufrimientos, la oscuridad y la podredumbre
frotándose las manos esta la flaca, cuando de seguridad encuentra la cumbre
no te preocupes le dice Fecal, para eso de Oportunidades te doy tu bequita

Incrédula esta la parca, de tanta vida a la mexicana
que al IMSS exige las puertas cerrar, pues su ayuda no quiere mas
a la PFP le pide que mala fama ya no le cree jamás.

Cambió de giro la calaca ahora en lugar de matar,
los naturaliza mexicanos,
así hasta el diablo agradecido ha de quedar
pues si seguimos con los brazos cruzados, mexicanos,
la derecha y su Fecal con cada uno de nosotros van a acabar.




Puede ser frustrante darse cuenta de como nada cambia y aparentemente nada va a cambiar jamás.

¿Como no decepcionarse de los intentos de lucha?
¿Porque es más fácil cansarse de los buenos intentos y abandonarlos, en lugar de abandonar las malas prácticas del gobierno y seguir luchando en su contra?